
Probablemente hemos escuchado en más de una ocasión que los cementerios no son lugares para niños. Sin embargo, hacerlo parte de ritos de despedida, podría ayudar a una vivencia más natural del duelo.
No hay respuestas generalizadas para este dilema, los expertos recomiendan que los niños participen de las ceremonias o funerales a partir de los 6 años, no obstante, los padres deben dialogar con el menor para conocer sus impresiones y que finalmente sea él quien decida si ser parte o no.
Algunas recomendaciones para ayudar a los niños tomar una decisión:
- Describirle de forma clara cómo es el sitio que visitarán y lo que sucederá para no causarle una fuerte impresión.
- Advertirle las reacciones emocionales que puede percibir en el lugar y explicarle que son normales.
- Acompañarlo. No deje solo al niño en ningún momento y asegúrese de que se sienta cómodo con lo que va ocurriendo a su alrededor.
- Permita que haga un homenaje si así lo desea. Consúltele si desea despedirse del ser amado, puede proponerle hacer una carta o dejar flores.
- Permita que le haga cualquier pregunta. Esté listo para contestar las inquietudes del menor, siempre con sinceridad y sencillez.